jueves, 10 de septiembre de 2020

Homenaje a un colega que nos dejó

Gran locutor ecuatoriano
Hasta siempre, don Walter

Don Walter Mariscal en la cabina de C.R.E. emisora en donde laboró cerca de 20 años.
(Foto: Facebook Walter Humberto Mariscal García)

Me enteré de su lamentable deceso, hace pocos días. Ocurrió en su Guayaquil querido el domingo 23 de agosto. Debido al síntomas del Covid 19, tuve que guardar unos días de descanso, por lo que estuve alejado de los e mail y las redes sociales. Por ello, fue para mí una ingrata sorpresa el saber de su partida. 

De don Walter, tengo los mejores recuerdos. Fui su fiel seguidor a través de la onda corta de la emisora donde laboró cerca de 20 años, la C.R.E. (Compañía Radiodifusora del Ecuador), que llegaba con nitidez por los 4,765 kc. en la banda de 62 m. a todo el mundo. Su voz fue una de las tradicionales en las transmisiones deportivas, en donde compartía labores como locutor comercial con Humberto Romero y Mario Viteri, también excelentes profesionales, que ahora están al lado de Dios.

La primera vez en que lo escuché, fue de manera casual. Era diciembre de 1975. En ese año, este servidor iba todos los domingos al estadio del Alianza Lima, que tenía pocos meses de haber sido inaugurado. Gracias a mi abuelo y a mi padre, que tenían su asiento en ese escenario, todos los jueves recogía mi entrada, pagando un precio mínimo. Aquel día, ninguno de mis amigos de barrio me quiso acompañar. Me decían:" Eres un vicioso. No te cansas de ir todos los domingos a ver fútbol". Debido a ello, fui solo, y me ubiqué en la tribuna sur, al costado de oriente. 

Al salir del recinto aliancista para retornar a mi casa en Balconcillo, intenté ingresar por la Av. Isabel La Católica hacia la U. V. de Matute, para salir directo hacía el cruce de las avenidas México y Palermo, y llegar así a mi destino. Debido a que un grupo de aficionados estaba haciendo problemas, varios patrulleros intentaban alejarlos del lugar, y tuve que desviarme de la ruta, avanzando por el jirón Abtao. Yo siempre iba a estadio con un receptor portátil, que en ese momento lo tenía encendido y estaba escuchando el programa de Tito Navarro, que en ese año se difundía por Radio RBC (670 kc.), pero tuve por seguridad lo apagué y me lo puse debajo de la camisa. 

Cuando salí de ese incómodo lugar, saqué el radio y lo prendí. Lo que empecé a oir era un partido de fútbol. Por un momento, pensé que era la señal de la emisora que había estado escuchando. Pero no fue así, ya que al guardarlo, el dial se había movido y lo que se escuchaba era un partido del fútbol ecuatoriano, que se jugaba en ese momento. Era Radio Tropicana, poderosa estación de ese país, que podía ser sintonizada en los 540 kc. en nuestra onda media local, y que cada fin de semana enlazaba con C.R.E. a la hora del fútbol. Recuerdo que estaba jugando el Barcelona en el Estadio Modelo. 

Mientras caminaba, empecé a prestar atención a lo que decían el relator y los comentaristas, pero lo que más llamó mi atención fue el locutor comercial. De voz grave, y entonando muy bien la lectura de los avisos, muchos de ellos, de productos no conocidos para nosotros. Recuerdo algunos como: "Cliden, una pintura mejor, pregúntele a su pintor, Refrigeradurex... los artefactos de la familia feliz, Lotería de Guayaquil...la más barata del continente, Kola Tropical...puro sabor nacional, Tenga su casa lista... ahorrando en la Mutualista...Mutualista Guayaquil, Venga al mundo del sabor...venga al sabor de Marlboro...el cigarrillo de más venta en el mundo, Casa Briz...la economía que hace feliz, ¿Cuál es tu nombre de pila...Eveready que tiene más vidas que un gato", etc. Me quedé tan fascinado con esa voz, que al llegar a casa, seguí escuchando la transmisión. 

Desde ese momento, empecé a ser su fiel seguidor a la distancia. Yo, aún no comenzaba en la radio. Es más, ni siquiera había pensado en ir a pedir una oportunidad de trabajo. He expresado en varias oportunidades que yo quería ser locutor, no periodista, y al decidir incursionar en un espacio deportivo, mi meta era ser una de las voces comerciales. Para ello, me preparaba en mi hogar oyendo a varios profesionales de esa labor que integraban los diversos programas deportivos que existían en ese tiempo en las emisoras limeñas. Lo hacía, con la finalidad de aprender diversos estilos. 

A ese grupo de voces comerciales locales, yo unía el estilo de don Walter. Cuando ingresé al plantel de "Gooolazo" en Radio Central en febrero de 1976, y me probaron leyendo noticias. Les llamó la atención que lo hiciera bien; luego me dieron a leer los avisos comerciales, y también pasé la evaluación. No creían que era un principiante. "Tú, ya has hecho locución en alguna radio", me decían. Es que, tenía un maestro a la distancia. Ese, era el señor Mariscal. 

Conozco la historia de los inicios de varios colegas, especialmente de locutores deportivos. De Lima y de algunas provincias. Varias me comentaron que desde niños escuchaban por la radio a Óscar Artacho, a Lucho Yzusqui, a Raúl Maraví, o a Roberto Zegarra, entre los narradores nacionales; a Fioravanti y  a José María Muñoz (argentinos), a Milton Millas o a Vladimiro Mimiza (chilenos), o al colombiano Moncada Campuzano, por las señales de onda corta. Es decir, tuvieron entre los mencionados y a otros como sus maestros del aire. El mío, lo fue un locutor comercial: don Walter Mariscal, destacado profesional cuya voz no solo se escuchaba en las emisoras guayaquileñas que he mencionado, sino que también en otras como: radio Mambo, Sucre o Atalaya, ya que también era solicitado por las agencias de publicidad para grabar spots de diversas empresas o servicios.
 
Foto de don Walter con el elenco deportivo de CRE en un L.P. realizado en homenaje al club Emelec en 1979. 
(Foto: Internet)

Esto último, yo lo relacionaba con lo que decían algunos de sus compañeros de transmisión: "Vamos con Walter Mariscal, el de más alta grabación en el país". Quizás la distorsión que por momentos tenían las señales que captábamos en onda corta, hizo que no escuche bien lo que le decían. "Debe ser un locutor que graba bastante", pensaba yo, y durante muchos años tuve ese pensamiento en la cabeza. Pero, fue en 1981, en que unos compañeros de él, vinieron a Lima y me obsequiaron una revista que esa emisora había impreso por su aniversario. En una de las páginas, se referían al elenco deportivo, y en forma especial a las voces comerciales, y al mencionar a don Walter, lo presentaban como: "el de más alta graduación". Por ello, yo me imaginaba que había seguido alguna maestría o especialización relacionada a la locución. 

En 1990 fui a Guayaquil a cubrir un evento automovilístico. Como a los pocos días se iba a presentar en esa ciudad, el Unión Huaral para jugar por la Copa "Libertadores de América", decidí quedarme, por lo  aproveché para conocer a don Walter. El primer contacto con él, comenzó en 1979, cuando me atreví a escribirle una carta. Una noche, en casa, sintonicé la C.R.E. y lo escuché que despedía el noticiario que a esas horas leía. Para suerte mía, dio a conocer el apartado postal o casilla. Lo anoté, y en la mañana siguiente ya tenía la misiva lista para enviársela. Me contestó rápidamente, confesándome su sorpresa por tener un seguidor en el Perú.  Me contó que de joven había vivido en Lima, y que estudió los últimos años de educación secundaria en el Colegio Unión de Naña. 

Desde ese momento, se fue afirmando nuestra amistad. Gracias al contacto que tenía con él, varios programas deportivos en los que laboré como: Campeonísimo, Pregón Deportivo, Súper Deporte de Radio Unión, y Callao Súper Radio, enlazaban permanentemente con C.R.E. Comentaba que lo conocí en agosto del 90. Se había retirado de la emisora, y se estaba dedicando a la comercialización de cubreasientos de tela para automóviles. Lo visité en su tienda, y tras conversar de varias cosas, le pregunté el porqué le decían "el de más alta graduación". Me respondió, sonriendo que era por el apellido, ya que en las fuerzas armadas de su país, el más alto grado es el de Mariscal. Cosa similar que en el Perú. "Eso me lo empezó a decir Petronio Salazar", refiriéndose a uno de los relatores de esa emisora. 

En 1994, tuve el gusto de recibirlo en Lima. Vino con el equipo de Radio Tarqui de Quito a transmitir los partidos del Barcelona y el Emelec, contra Universitario y Alianza Lima. Estuvo con Pepe Granizo, director y narrador, y con Alexis Proaño, joven reportero y comentarista. Ese reencuentro que tuvimos fue para reafirmar nuestra amistad. Las misivas por correo continuaron, y algunas veces teníamos comunicación por teléfono. En una de sus cartas, me parece que fue en el 2001, me comentó que había decidido retirarse de la radio. "Le cuento, Carlitos que hace pocos días transmití con los de Radio Tarqui el partido del Barcelona S. C. (equipo del que era hincha) con el Emelec. Ha sido mi última transmisión. Ya estoy en edad de jubilarme, y ya empecé a hacer los trámites para mi pensión", me detalló.

Credencial de don Walter, cuando estuvo en Lima en 1994
(Foto: Facebook Walter Humberto Mariscal García)

                      Reconocimiento virtual emitido desde Perú a don Walter. 
                                      (Foto: Facebook Carlos Enrique Castro Maya).

En los últimos años, en donde lo primordial son las redes sociales por Internet, y gracias a su hija Katiuska, a quien ubiqué en el facebook, pude obtener su teléfono. Lo llamé, y conversamos. No pasó mucho tiempo, y con mucho agrado, recibí una solicitud de amistad de él, la cual acepté. De inmediato, retornaron nuestros diálogos. Aunque mi querido amigo, no entraba muy seguido. Quizás porque no estaba bien de salud. 

Finalmente, a través de estas líneas, quiero expresar mis condolencias a sus hijos y nietos, quienes siempre estuvieron cerca de él. Don Walter, ya está al lado del Señor, junto a esposa, su querida hijita Katiuska, y con algunos de sus queridos colegas de la radio. Hasta siempre, don Walter Mariscal García. A través del aire, aprendí mucho de Ud. Gracias por ello. 

3 comentarios:

  1. Tuve el privilegio, de conocer muy de cerca al Sr. Don Walter Mariscal Garcia, y de compartir con su distinguida familia, especialmente con mi amiga Katiuska Mariscal.

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    1. Le agradezco por su comentario. Sé que don Walter y su familia, eran bien queridos en su ciudad.

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  2. Revisando una vez más, este articulo dedicado a mi amigo Walter Mariscal, me animé a ingresar al internet para escuchar las señales on line de las emisoras que menciono. La CRE, ahora es conocida como CRE Satelital, y operando en los 560 kc. en A. M.; pero Radio Tropicana, ya no sale en A.M. por los 540 kc. Emigró su señal a la F.M. y en su anterior frecuencia está Radio Santiago, también de Guayaquil.

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